domingo, 6 de febrero de 2011

SALINAS


Se encuentra a 150 kms. de Guayaquil. Su playa tiene una extensión de 15 kilómetros y cuenta con aguas de temperatura cálida (un promedio de 24 grados centígrados). Su nombre se origina por su inagotable fuente de producción de sal yodada, que por muchos años ha explotado de sus extensas minas denominadas salinas.
El mar significa la mayor riqueza, pues hay todo tipo de peces y mariscos: corvina, atún, sardina, camarones, langosta, pulpos, conchas, cangrejos y ostiones, que son la principal fuente de ingreso de los lugareños. Y es un importante centro turístico, porque cuenta con hoteles, clubes, casinos, bares y modernos centros deportivos .

Protegida por la península de Santa Elena que es su rompeolas natural, la temperatura y transparencia de sus aguas así como la mansedumbre del inmenso mar que la rodea y los maravillosos paisajes que la madre naturaleza dibujó en su escenario y en su cielo formando un impresionante contraste de los más bellos elementos, ha hecho que se convierta en un verdadero paraíso marino. Conjunto de encantos que justifican que sea denominada la “Costa Azul del Ecuador”.

Nada mejor que recorrer el boulevard de Salinas en temporada. Junto a los grandes edificios y el murmullo de los paseantes, se puede recorrer el balneario más impresionante del Ecuador, si se toma en cuenta que fue construido con este propósito en un despliegue de modernas viviendas playeras.

Este lugar es ideal para la práctica de algunos deportes como el jet sky, tabla vela, buceo y pesca deportiva de profundidad. A 15 Km. de Salinas, Punta Blanca ofrece también opciones para la realización de algunos deportes náuticos. En esta hermosa playa coinciden durante todo el año, turistas nacionales y extranjeros apasionados por estos deportes. Dispone de facilidades para el hospedaje.


Lo mejor es aventurarse a los deportes acuáticos o mirar los yates que llegan hasta esta bahía de aguas mansas. Eso sí, no dejes de acudir al tradicional mercado de mariscos que ahora está arreglado y tiene buena atención. Allí disfrutarás de un cebiche de ostiones, concha, pescado, camarón y pulpo, junto con crujientes patacones.

Definitivamente, Salinas es para los amantes del vértigo de la noche. En sus bien instaladas discotecas podrás disfrutar de este rincón pensado para pasar unas inolvidables vacaciones. Si gustas de las luces de neón y la farra, Salinas te espera frente al mar. Por eso, recorrer el Malecón sólo es un preámbulo a una cita con el trópico.

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